"De niña esperaba que mamá me diera un abrazo y me dijera que me amaba.
De adolescente esperaba gustarle a un grupo de chicas, o a el chico que me gusta a mi.
Cuando elegí a mi compañero de vida esperaba que fuera atento, romántico y muy cariñoso.
Pasaron los días, los años y yo esperaba las flores, los chocolates, las serenatas, las noches románticas y nunca llegaron.
Hoy en mi atardecer veo hacia atrás y me doy cuenta que no me faltaron personas en mi camino, lo que me faltó fue amarme más a mi misma, consentirme, apapacharme, mimarme, cantarme, hablarme bonito y no esperar nada de nadie...
Me faltó NO delegar mi poder a nadie más que a mi.
Me faltó ser mi más y verdadero amor...
Hoy en mi atardecer veo hacia adelante, me abrazo y me pido perdón porque por mucho tiempo me menosprecie, ahora me revaloro y me aferro más a mi, sabiendo que no es ego es amor propio".
Autor: Desconocido
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