Si estás harta de sentirte enferma, este artículo es para ti. Cosmo te dice cómo estimular tu sistema inmunológico sin tener que tomar ni una sola vitamina.
¿Te quejas de que eres un imán para las enfermedades porque invariablemente se te pega todo lo que anda por ahí?
¿Te sientes mal con demasiada frecuencia, tanto que te preguntas por qué los demás son tan saludables y tú atraes los malestares como la miel a las abejas?
La respuesta, querida, no está en tragarte decenas de vitaminas ni en automedicarte; es cuestión de inmunidad.
“Es la fortaleza o debilidad de nuestro sistema inmunológico lo que hace que nos enfermemos o no”, explica el Dr. Nalin Nag, internista.
Pero ¿qué es exactamente la inmunidad? “Es algo que no se ve ni se siente; no puedes tomarle el pulso ni la temperatura; no obstante, el sistema inmunológico está ahí, callado, patrullando constantemente tu organismo para detectar y destruir microbios e infecciones”, señala un reporte de la Escuela de Medicina de Harvard, titulado La verdad sobre el sistema inmunológico: todo lo que debes saber.
Y el Dr. Nag añade: “La inmunidad es la capacidad que tienen el cuerpo y la mente para resistir el estrés de la vida diaria y equilibrar el sistema para luchar contra las enfermedades; es la capacidad del organismo para protegerse de virus, bacterias e infecciones”. Incorpora a tu vida estos útiles consejos de Cosmo y levanta tus defensas de una manera muy divertida.
Amigas de por vida
Piénsalo dos veces antes de decirles que no a tus amigas si te invitan a salir una noche. Los estudios indican que la compañía, la camaradería y el apoyo de un grupo son invaluables, y los buenos amigos son una verdadera medicina. ¡Y eso, chicas, no es una píldora difícil de tragar!
Parece que necesitamos las amistades no sólo para que nos hagan una sopa de pollo si nos enfermamos, sino también para evitar enfermarnos en primer lugar.
El sistema inmunológico se fortalece si estás bien acompañada. Un estudio del Dr. Sheldon Cohen, profesor de siquiatría en Carnegie Mellon University, en Pittsburgh, halló que las personas que disfrutan la compañía de familiares o amigos, aunque se expongan a los virus, son menos propensas a enfermarse que aquellas que prefieren aislarse.
Así que cultiva y mantén tus amistades, y verás cómo tu sistema inmunológico se fortalece.
Sé positiva
El sistema inmunológico recibe muchas de sus señales a partir de nuestro estado de ánimo.
Como consecuencia, asumir una actitud positiva de veras ayuda. Investigaciones de la Clínica Mayo muestran que los optimistas tienden a vivir 12 años más que los pesimistas. Según un estudio de la Dra. Anna L. Marsland, sicóloga del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, el sistema inmunológico responde más débilmente a una vacuna contra la hepatitis en las personas negativas, caprichosas y nerviosas que se estresan fácilmente, en comparación con aquellas que son positivas. Así que sonríe, ¡y deja de imaginar que va a llover si no hay ni una sola nube negra en el cielo!
Ríete mucho
“Una buena carcajada aumenta en el organismo los anticuerpos que combaten las infecciones”, dice el Dr. Lee Berk, profesor de medicina familiar en la Universidad de California, en Irvine, quien realizó un estudio en el que les mostró a los estudiantes videos graciosos a la vez que midió la reacción de sus sistemas inmunológicos. “Hasta anticipar un encuentro humorístico puede mejorar tu inmunidad”, añade el experto. Si hay estrés, las glándulas suprarrenales producen corticoesteroides, que se convierten en cortisol en la sangre y son contraproducentes para tu sistema inmunológico. La investigación del Dr. Berk demostró que la risa baja los niveles de cortisol, así que nos protege. ¡Nuestra primera defensa contra cualquier enfermedad es asumir una actitud alegre y feliz!
Oye música
Saca los audífonos y ¡a escuchar música suave!
La música calma y mejora el sistema inmunológico. Según científicos de la Universidad McGill, en Montreal, escuchar música estimula ciertas partes del cerebro asociadas con el mismo bienestar que se experimenta al comer o hacer el amor.
El neurofisiólogo Carl J. Charnetski realizó un estudio entre un grupo de reporteros de Pennsylvania, en el que tomó muestras de su saliva para medir los niveles de IGA, una proteína del organismo que combate las infecciones. A medida que se acercaba la hora límite del cierre editorial para los reporteros y estos experimentaban niveles de estrés más altos, los niveles de la proteína IGA bajaban.
Pero tras escuchar sólo 30 minutos de música, los niveles de esta proteína protectora subían aunque el estrés siguiera aumentando. Y los niveles de IGA continuaron siendo elevados aun después que dejaron de escuchar la música. “Y hay algo mejor que oírla: ¡componerla!”, dice el Dr. Barry Bittman, del Mind Body Wellness Center. Según sus investigaciones, tras tomar parte en una sesión de escritura musical, los músicos examinados elevaron su inmunidad.
Ten más sexo
No necesitas muchas razones para meterte con tu chico bajo las sábanas, pero otro buen motivo para hacerlo es que el sexo mejora enseguida los niveles de IGA, lo que impide que los agentes patógenos entren a tu organismo y captura los que ya entraron.
La clave está en las sustancias químicas que se producen en el cerebro y se liberan durante el coito, las que aumentan los niveles de la mencionada proteína IGA.
También el tacto es importante. Dar o recibir un abrazo, o cualquier otro tipo de contacto físico, estimula la inmunidad de tu cuerpo.
Muévete
El ejercicio es magnífico para elevar las defensas.
¿Por qué? Porque mejora el sistema cardiovascular, y la circulación sanguínea, hace que elimines las toxinas acumuladas en músculos y órganos y ayuda a los riñones y al sistema endocrino a funcionar mejor. Y no tiene que ser un ejercicio intenso.
Según las investigaciones más recientes, las personas que caminan vigorosamente de 30 a 40 minutos al día, cinco veces a la semana, sufren de menos gripes que aquellas que permanecen sedentarias.
Duerme
Hay mil razones para no dejar de dormir. Y aquí tienes otra: los expertos dicen que privarse del sueño de modo prolongado desgasta el sistema inmunológico, y que descansar eleva la capacidad del organismo para combatir las infecciones.
En una investigación del sueño realizada en Alemania, los voluntarios fueron vacunados contra la hepatitis A y se dividieron en dos grupos. El primer grupo debía dormir bastante, mientras que al segundo se le privó del sueño por 24 horas. Cuatro semanas después, el grupo que durmió tenía dos veces más anticuerpos que el otro; por tanto, su respuesta inmunológica a la vacuna fue mayor. “Para protegerte de las enfermedades duerme de siete a ocho horas por noche”, sugiere el Dr. Charnetski.
Evita el estrés
¿Has visto cómo, de repente, te da fiebre o comienzas a estornudar cuando estás enfrentando una situación tensa, ya sean los exámenes en la escuela o un problema con tu pareja? “Eso se debe a que los altos y prolongados niveles de estrés tienen un efecto nocivo sobre la salud”, dice el Dr. Nag. “La gente que vive bajo mucha tensión tiene más resfriados, más problemas digestivos y está más cansada. Hay una enorme evidencia que indica que el estrés y las hormonas que el cuerpo segrega debido a este afectan seriamente nuestra salud física”, añade el Dr. Charnetski.
Toma menos antibióticos
Al tomar un antibiótico, destruyes algunas bacterias beneficiosas junto con las dañinas. Necesitamos esas “bacterias buenas”, en especial las que se hallan en el intestino, para descomponer los alimentos.
Deja de consumir antibióticos por cualquier razón y toma el ciclo completo cuando tu médico te lo indique. Crear resistencia a ellos también afecta tu inmunidad.
Cuida tu peso
Quizás estás obsesionada con esos kilos extra sólo por razones estéticas, pero lo cierto es que por cada kilo adicional hay más tejido que las células inmunológicas deben defender. Por eso, la obesidad está vinculada con un menor funcionamiento del sistema inmunológico. Según las investigaciones, los obesos tienen menos linfocitos (un tipo de glóbulo blanco). Cuando se baja de peso, estos vuelven a su nivel normal. También disminuyen debido a las dietas drásticas, de ahí la razón por la que es mejor mantener tu peso ideal.
Ojo con el alcohol
No trates de curar un mal de amores con alcohol. Aunque en moderación sube los niveles de IGA, si bebes mucho, tu inmunidad sufre. “El exceso de alcohol daña el sistema inmunológico de dos maneras: conduce a una deficiencia nutricional y, al perder nutrientes, los glóbulos blancos también pierden la facultad de combatir los gérmenes”, explica el Dr. Nag. Y el daño que experimentas irá incrementándose en proporción directa con la cantidad de alcohol que consumas.
Cosmo/Kavita Devgan
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